lunes, 1 de diciembre de 2008

CUANDO ELLOS TAMBIEN SUFREN.


A continuación escribo un post de una historia que podría parecer ficticia pero no lo es. Es una historia de muchas otras similares, es solo que cuando lo suceden a un hombre la sociedad nos castiga donde mas nos duele precisamente: En nuestra hombría, que para nada es sinónimo de machismo. En fin esta es la historia de César era un joven de 26 años, estudiante de ingeniería, responsable y aplicado. En la misma facultad conoció a Dolores, de belleza envidiable y trato amable, pero no muy bien vista por la familia de César, en especial por su padre por un único gran detalle: ella era de color negro. La relación entre César y Dolores era agradable, compañeros de facultad, juntos esperaban graduarse y superarse, parecía que nada podría detenerlos; hasta que Dolores resultó embarazada. Los preparativos para el matrimonio fueron tan fugaces, que en cuanto menos lo esperaban ambos ya estaban casados y con su primer hijo en camino. A pesar de ese embarazo repentino César seguía muy contento pués al final de cuentas se había casado con el amor de su vida... ni más ni menos.
Al principio la vida de casados de ambos fue muy dura, los padres de César no lo apoyaron en nada ya que no podían ver a su novel nuera ni en pintura. A pesar de eso César trabajaba en lo que fuera. Hizo de ayudante de algún ingeniero amigo, pintaba casas y de vez en cuando le salía algún cachuelo como fotógrafo. César estaba decidido a terminar su carrera, pero sabía que no podría trabajar para mantener su hogar y estudiar a la vez. Además veía que Dolores era muy dedicada en las tareas del hogar y creyó justo que al menos ella terminara su carrera para ambos poder salir adelante. Poco imaginaba él que ese pensar iba a ser el principio del fin de su hogar.
Efectivamente Dolores siguió con sus estudios, pero en la Facultad conoció a otra persona y descuidó por completo su hogar. Al principio luego de clases solo llegaba mal humorada, pero con el pasar del tiempo llegó a la agresión verbal cuando César se molestaba con ella por sus salidas frecuentes hasta altas horas de la noche los fines de semana. Luego de eso los golpes y los insultos de ella hacia él fueron mas constantes. La única salida viable y pensando en su hijo fue un divorcio que aún hoy 10 años después dejaron en César y su hijo la huella de un resentimiento que no se ha podido borrar.

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