lunes, 1 de diciembre de 2008

CUANDO SUFRE UNA MUJER.


En realidad el título debería ser algo así como: Cuando sufre una mujer, sufre una familia. Sufre usted, sufro yo, sufrimos todos. O cuando usted ve una lágrima en el rostro de su madre no es capaz al menos de sentir un poco de ternura?Es inadmisible como en nuestra sociedad se torna tan común y normal ante nuestros ojos, cualquier tipo de abuso o violencia a la que son sometidas cuatro de cada diez mujeres por parte de su cónyuge (CEPAR, CONAMU: Endemain Violencia contra la Mujer, 2006) que debería mas bien ser su amigo, amante y compañero.
No debemos olvidar que la violencia genera mas violencia y como lamentablemente vemos que no solo acarrea con problemas de índole personal, sino que muchas veces a mas de las heridas físicas y morales puede desembocar en una tragedia aún mayor. Pero vayamos más allá del solo hecho de 2 personas, una que agrede y tal vez la otra que se defiende. En un mundo donde al hombre se le dice que mientras mas capacidad tenga de ser agresivo es ser mucho mas macho y a donde a las mujeres (muchas veces sus propias madres) les engendran mitos falsos como el de que las mujeres vienen a este mundo a sufrir, pegue o mate marido es, después que te separes de tu marido que vas a hacer con tus hijos?
Una mezcla de mitos, historias, vivencias, nos comienzan a marcar desde nuestra niñez, cuando nuestros padres nos dicen cuales son las tareas que debemos hacer "hombres" y "mujeres", siempre por separado, mas nunca en una sólida comunión. Tomaré como muestra el clásico ejemplo de la madre de familia con su hija lavando, mientras su hijo pelotea con sus amigos del barrio. En fin la historia de violencia nunca comienza con problemas recientes de pareja, sino mas bien años atrás en la formación integral de cada uno de nosotros como seres humanos. El no denunciar los abusos hace que por omisión, una nueva generación pague los platos rotos de nuestra inacción o nuestra falta de conciencia. Que estamos esperando, la violencia contra la mujer es solo un síntoma de muchas cosas mas que no alcanzamos a ver y está frente a nuestros ojos, pero cuando querramos hacer algo realmente será muy tarde. Por eso la decisión es nuestra, ahora es el momento. Tal vez una nueva historia de violencia se esté tejiendo y podría ser la suya.

CUANDO ELLOS TAMBIEN SUFREN.


A continuación escribo un post de una historia que podría parecer ficticia pero no lo es. Es una historia de muchas otras similares, es solo que cuando lo suceden a un hombre la sociedad nos castiga donde mas nos duele precisamente: En nuestra hombría, que para nada es sinónimo de machismo. En fin esta es la historia de César era un joven de 26 años, estudiante de ingeniería, responsable y aplicado. En la misma facultad conoció a Dolores, de belleza envidiable y trato amable, pero no muy bien vista por la familia de César, en especial por su padre por un único gran detalle: ella era de color negro. La relación entre César y Dolores era agradable, compañeros de facultad, juntos esperaban graduarse y superarse, parecía que nada podría detenerlos; hasta que Dolores resultó embarazada. Los preparativos para el matrimonio fueron tan fugaces, que en cuanto menos lo esperaban ambos ya estaban casados y con su primer hijo en camino. A pesar de ese embarazo repentino César seguía muy contento pués al final de cuentas se había casado con el amor de su vida... ni más ni menos.
Al principio la vida de casados de ambos fue muy dura, los padres de César no lo apoyaron en nada ya que no podían ver a su novel nuera ni en pintura. A pesar de eso César trabajaba en lo que fuera. Hizo de ayudante de algún ingeniero amigo, pintaba casas y de vez en cuando le salía algún cachuelo como fotógrafo. César estaba decidido a terminar su carrera, pero sabía que no podría trabajar para mantener su hogar y estudiar a la vez. Además veía que Dolores era muy dedicada en las tareas del hogar y creyó justo que al menos ella terminara su carrera para ambos poder salir adelante. Poco imaginaba él que ese pensar iba a ser el principio del fin de su hogar.
Efectivamente Dolores siguió con sus estudios, pero en la Facultad conoció a otra persona y descuidó por completo su hogar. Al principio luego de clases solo llegaba mal humorada, pero con el pasar del tiempo llegó a la agresión verbal cuando César se molestaba con ella por sus salidas frecuentes hasta altas horas de la noche los fines de semana. Luego de eso los golpes y los insultos de ella hacia él fueron mas constantes. La única salida viable y pensando en su hijo fue un divorcio que aún hoy 10 años después dejaron en César y su hijo la huella de un resentimiento que no se ha podido borrar.

ACABA EL AMOR? NACE LA VIOLENCIA?

Cuando está enamorado todo es bello, todo parece perfecto, los problemas no importan, quieres quedar bien en todo con tu pareja. Parece que nada te puede vencer y eres el héroe de la película. Pero todos sabemos que toda película tiene una trama y solo depende de nosotros que todo marche bien o convertirnos en un número más de las estadísticas que refeljan que muchas veces no somos capaces de enfrentar los retos de una unión con la madurez que la misma exige.
Luego del mágico encanto del enamoramiento, ante los ojos de nuestras parejas pasamos de príncipes encantadores a ogros sin alma ni corazón. O las mujeres de bellas princesas a la mismísima bruja del cuento. En nuestra mente están tan grabados estos estereotipos que no vemos que podemos cambiar nuestra realidad.
Pero cuando no queremos afrontarla, optamos por agredir a quien está a nuestro lado. No importa hombre, mujer o hijos a veces. Pasamos del amor al desprecio y cuando la comunicación falla, pasamos a una etapa del lado oscuro que es el odio, de la que muchas veces es ya muy difícil regresar sin ayuda psicológica. Por eso es recomendable que las parejas aprendan a conocerse muy bien, ya que en el noviazgo se dan señales muy claras del comportamiento de las futura pareja.